El PVC es un material químicamente inerte frente a todos los materiales presentes en la naturaleza, por lo que no hay que tener especial cuidado en el estudio de la naturaleza del suelo donde se va a enterrar la tubería y de la calidad del agua que va a circular por su interior.
Además, el PVC-O es un material homogéneo, no requiere ningún tipo de protección o recubrimiento especial, que en caso de desprendimiento o mal función, reducen la vida de la tubería, todo ello redunda en un ahorro de costes.
Es inmune a la corrosión, con lo que se evita la cesión de óxidos y metales al agua, que en caso de agua potable, pueden llegar a suponer un problema de salud pública si se superan los parámetros de calidad exigidos para el agua de consumo humano.
Su alta resistencia química a agentes externos hace posible el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios en las infraestructuras de riego, siendo también resistente a los desinfectantes habitualmente utilizados en las redes de abastecimiento de agua potable.
La tubería TOM® es inmune a la corrosión.